Crónica de un impuesto anunciado. El anuncio del Reino Unido de gravar las bebidas azucaradas a partir de 2018 hizo temer al sector a nivel mundial que pudiera establecerse en nuevos mercados. Y así ha sido. El próximo y más inminente será previsiblemente España, donde se espera que mañana se anuncie el gravamen a este tipo de productos.
Era tal la preocupación, que incluso Coca-Cola European Partners, la gran embotelladora europea de Coca-Cola, advertía en su escrito de salida a Bolsa de antes del verano de los riesgos que podría tener la tasa británica. Así, señalaba que el incremento de la preocupación social por el consumo de azúcar podría llevar a un incremento de costes y descenso del consumo.
En España es la segunda noticia en este sentido en apenas tres semanas. Hace unos días fue Cataluña la que aprobó una tasa que afectaba a las bebidas azucaradas que gravaba con ocho céntimos por litro, para las bebidas con entre 5 y 8 gramos por 100 mililitros, y 12 céntimos para las de mayor contenido de azúcar. La tasa que anuncie hoy el Gobierno dejaría previsiblemente sin efecto el gravamen catalán. Queda por conocerse todavía la letra pequeña de la estructura del impuesto que se aplique a nivel nacional
Recomendación de la OMS
El surgir de esta tasa, que ya se aplica en algunos países como Francia, México o algunas zonas de EE UU, está ligada a una creciente preocupación en el mundo occidental ante el auge imparable de la obesidad, en especial la infantil. Con ello, se ha considerado por parte de distintas organizaciones, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS) que una subida de precio a través de un aumento de los impuestos desincentivaría el consumo. De hecho, la organización internacional emitió una recomendación hace apenas dos meses en la que solicitaba a los Estados que implementasen esta iniciativa.
Sin embargo, esta iniciativa ha levantado recelos en el sector que duda del supuesto beneficio para la salud y consideran que además pondría en riesgo la recuperación del consumo. En esta línea se ha movido Anfabra, la patronal española de las bebidas refrescantes, quien consideró tras conocerse la tasa nacional que supone “un obstáculo” para la recuperación del consumo. Además, se defiende que afecta especialmente a las clases con menos recursos.
“Sorpresa e incredulidad”
Jordi Puxeu, director general de la patronal, asegura que se ha recibido con “sorpresa e incredulidad” la noticia que, según señala, recibieron a través de los medios después de que CincoDías avanzara las intenciones de Hacienda. El directivo lamentó que en este periodo “no ha habido interlocución” en materia fiscal con el Gobierno, mientras que sí se han mantenido reuniones con Sanidad en materia de reformulación de los productos o de cambios de etiquetado. Mostró ayer su confianza en que no termine llegando al consejo de ministros.
La creciente preocupación social y el anuncio de algunos países de comenzar a gravar estos productos ha llevado a las empresas a tomar medidas como la reducción de las tasas de azúcar o el lanzamiento de los productos zero. Es lo que ha ocurrido por ejemplo en el Reino Unido. Allí Tesco, el principal grupo de distribución, se adelantó al inicio de aplicación de la tasa británica con el anuncio de una reducción en su marca blanca del azúcar hasta situarlo por debajo de los 5 gramos.
En el caso de España, Anfabra asegura que ha reducido en los últimos 10 años una reducción del 23% en la tasa de azúcar de sus bebidas. En esta asociación se encuentran las principales compañías afectadas: Coca-Cola, PepsiCo o Schweppes Suntory.
Así, por ejemplo, Coca-Cola ha optado por impulsar sus productos sin azúcar. “Todas nuestras referencias tienen su alternativa zero”, explicaba hace semanas Marcos de Quinto, vicepresidente mundial de la empresa. Su competidor, PepsiCo, asegura que ha reducido en un 19% el nivel de azúcar en la última década y hasta el 30% en el caso de Kas.
Fuente: https://www.zafranet.com/2016/12/espana-aplicara-impuesto-a-refrescos/